jueves, 28 de abril de 2011




Tu acto arrasará,
cómo arrasó el tsunami de japón.
Dejando a la gente muda.
Así es,
y así fue de impredecible.
Así somos.

Somos la inmensa fuerza de un vendaval
que se cierne sobre todos,
dejando en la córnea de nuestros ojos,
la potencia y el horror de la hecatombe.

Tu presencia y la mía conjugadas,
huele a desorden, a caos...
Por eso, creo, que el destino,
juega a desampararnos.
El uno del otro.

Pero es bien cierto que mi trayectoria,
mi recorrido vital,
busca el tuyo,
y le importa poco,
entiende poco,
de desastre, de maremotos,
o hasta lo mas obvio:
que tal vez
 somos incompatibles.

1 comentarios:

Crista de Arco dijo...

Querer a alguien más allá de diferencias.

Un beso o 2 ***