martes, 21 de diciembre de 2010

Hoy llueve, 5,35 la hora crepuscular. Ladra algún perro la tarde que se muere.
Miles de agujas, descienden, e impactan cabreadas en mi chaqueta.
Yo, miro absorto el cielo. Las farolas dibujan un cuento de color naranja.

Los coches se hacinan unos contra otros como piezas de “lego” y el colapso es monumental.
Voy montado en un bus. Me fijo en una conversa de unas niñatas.
Resultan anodinas. Cansinas. Pero me resisto a escuchar música. No, esta tarde pre invernal no.
Hoy voy escuchando las algarabías que me presta este mundo, las buenas y por supuesto, las que no lo son tanto.

7,37 me he peleado con la mujer de la tienda de informática.
Bueno mejor dicho, he tenido que entrar en la tienda a resguardarme de la fina lluvia que fuera caía,
para oír el fuerte chaparrón que la mujer, fondona, me ha soltado,

-Pero es que no te acuerdas de lo que te he dicho??
-de qué??
momentos de elevada tensión.

-esta bien-reparo-
ya esperaré la maldita licencia. Esperaré vuestra llamada.

7,55.

LA LLUVIA me arropa bajo su manto mientras camino ensimismado olvidando
la jodienda.

0 comentarios: