Mi mente se enreda en una vorágine mientras
siento golpeadas mis sienes con tus palabras.

Hoy, igual que ayer, soy yonki de tus pupilas.
Soy yonki de tu piel,
De tu voz, todo tu ser...
Soy mercenario que lucha,
y al que le ha de dar
la vida,


Pero y si estoy muerto?
soy un muñeco de trapo,
triste y deshilachado
que sabe el juego...

La saliva que recorre mi gaznate sabe a sangre,
el sabor a derrota,
al que vencido,
ha de marcharse,

ha de reconocer y asumir,
que la resaca de la mar,
es hoy más peligrosa que nunca...