Sigo solo, tremendamente solo y desahuciado. Rancio como aquellos caramelos que a veces con o sin fortuna aparecen en el bolsillo anunciando gusto a anís ...y pasados y algo caducados provocan casi arcadas..
Por eso no me privo de “doritos”,bebo coca-cola con azúcar y me según que mañanas voy a hacer ataques “furtivos”al bar Tomás, donde sirven las mejores patatas bravas de este mundo mundial, perdón me repito mucho, es el ajo de las bravas de hoy,
decía que si no eres
guapo y estás delgao y eres súper competente te apartan y te marcan,y caes en mil y estereotipos negativos,

Sigo solo, tremendamente solo y desauciado.
pero …
que le voy hacer si estoy cultivando una
barriga digna de Ignatius Reilly.

En fin me queda una bonita sonrisa,
cuatro filigranas para hacer a lo payaso de los psimpsons,
cuyo nombre, prefiero olvidar,
y los paseos con la perra,
claro eso, la perra..
la perra, que no falte.