martes, 23 de agosto de 2011








Caer irremediablemente como una hoja de plátano quemada por este Sol
implacable, con el que arden y caen arremolinándose
mis deseos más oscuros.
Ya he dicho demasiadas veces cuanto te extraño.
Cuántas noches, antes de rendirme al sueño, has sido la última imagen
en mi cabeza.
Te he querido abrazar entre mis brazos,acunarte y te has vuelto ceniza.
Por qué eres peor que un espejismo,
eres algo qué viene y va, como las mareas...
fluctuando, siempre creciendo y bajando...
con una exactitud terrible.
He mordido mis uñas hasta hacerme daño pensando qué podía hacer
para retenerte,
para que no partieses..
Pero, me di cuenta que eras voluble, demasiado...
Qué venías con la magia del ocaso...
y te ibas con el silencio
del crepúsculo..

4 comentarios:

marceji dijo...

eres algo qué viene y va, como las mareas...
fluctuando, siempre creciendo y bajando...
con una exactitud terrible...

eso de ir y venir... eso de ser voluble... eso de la magia del ocaso... me dan ganas de llorar

cada vez me engancho más a leerte aunque a veces no deje huella...

Crista de Arco dijo...

Sencillamente: bellísimo.
Cualquier otra cosa que pueda decir lo arruinaría.

Un beso o 2 y muchos abrazos ***

Sarco Lange dijo...

Todo es un eterno retorno, lo que se va siempre acaba por volver. Y esperamos debajo de los sauces.

Saludos.

Jesús Alcalde Vilás dijo...

Nunca son demasiadas veces, amigo, acaso dolorosas o reiteradas...